Trabajar por cuenta propia tiene muchas ventajas, pero también implica asumir ciertos riesgos. Uno de los más importantes es el de causar daños involuntarios cuando estás realizando tu actividad. El seguro de Responsabilidad Civil para autónomos te protege frente a reclamaciones de terceros y evita que un imprevisto arruine tu esfuerzo. Contrátalo aquí.
Este seguro protege al autónomo frente a reclamaciones por daños causados a terceros durante su actividad profesional. Es muy recomendable para evitar consecuencias económicas graves por accidentes o errores involuntarios.
No solo cubre daños materiales, también incluye perjuicios personales y económicos.
Está pensado para cualquier profesional que pueda afectar a terceros con su trabajo. Desde fontaneros hasta diseñadores gráficos, todos pueden beneficiarse de esta protección.
También es ideal para quienes ofrecen servicios directos al cliente.
No en todos los casos. Pero en sectores como sanidad, construcción o asesoría legal, sí lo exige la ley.
Aun cuando no sea obligatorio, es muy recomendable para evitar sustos innecesarios. Muchos clientes de autónomos lo exigen antes de contratar un servicio.
Este seguro no es solo una formalidad, porque cubre situaciones reales que pueden afectar tu bolsillo. Vamos a ver las principales coberturas
Incluye los daños físicos o materiales que puedas causar durante tu trabajo a terceras personas o cosas.
Por ejemplo, te cubre si se rompe algo en casa o en la empresa de un cliente o alguien resulta herido.
La base de esta garantía es cubrirte en caso de que alguien te demande cuando estás realizando tu actividad. Incluye gastos legales y posibles fianzas judiciales.
Contar con asistencia jurídica es clave para evitar complicaciones legales que pueden consumir muchos recursos económicos y tu tiempo.
Si cometes un fallo en tu actividad profesional, el seguro responderá ante las consecuencias económicas adversas. Es muy útil para asesores, consultores o técnicos especializados.
Este seguro se puede ampliar, incluyendo cobertura para empleados, protección en el extranjero o ante ciberataques.
Lo que sí es importante es que posible personalizar el seguro según tu tipo de actividad y necesidades concretas.
Calcular el precio de un seguro de responsabilidad civil no es tarea sencilla. Cada autónomo tiene una realidad distinta y eso se refleja en la prima.
Lo importante es conocer qué elementos hacen que suba o baje el precio.
No es lo mismo ser fisioterapeuta que electricista industrial. Cada profesión implica un nivel de riesgo diferente ante posibles reclamaciones. Cuanto mayor es la posibilidad de causar daño, más alto será el coste del seguro.
Los trabajos con contacto directo con personas o bienes suelen tener primas más altas, aunque también influye si trabajas con maquinaria, instalaciones técnicas o productos químicos.
El límite es la cantidad máxima que la aseguradora pagará por siniestro o al año. Elegir un límite alto ofrece mayor protección, pero también aumenta el precio. Por otro lado, un límite bajo puede dejarte desprotegido en reclamaciones graves.
Lo óptimo es encontrar el equilibrio para no pagar de más sin quedarte corto con las coberturas que realmente necesitas. Algunas aseguradoras permiten ampliar estos límites según tus necesidades profesionales.
En profesiones de bajo riesgo, como dependiente u oficinista, la prima anual puede rondar los 90-120 €.
Para actividades técnicas o industriales, el precio puede subir a 250-500 € al año.
Si la cobertura incluye defensa jurídica o fianzas, esto también afecta al precio final porque los seguros con coberturas avanzadas pueden superar los 600 € anuales.
Por eso es fundamental comparar opciones y elegir bien qué incluir y recuerda, un precio más bajo no siempre significa mejor protección.
Sabemos lo que necesitas. Trabajamos cada día con profesionales de múltiples sectores y nuestro objetivo es que estés tranquilo y protegido desde el primer minuto.
Asesoramiento personalizado
Cada autónomo tiene una historia distinta, por eso nuestro equipo escucha y propone soluciones adaptadas a tu actividad y presupuesto.
Te ayudamos a entender qué cubre tu seguro y qué puedes mejorar. No te dejamos solo frente a cláusulas complicadas o decisiones técnicas y aclaramos tus dudas sin letra pequeña y sin prisas.
Contratación rápida y 100% online
Sabemos que no tienes tiempo que perder, por lo que te facilitamos que puedas contratar tu seguro en minutos, sin desplazamientos ni papeleos innecesarios. Desde el móvil o el ordenador, con asistencia real en todo momento.
Te enviaremos la póliza de forma inmediata y te guiamos si necesitas hacer cambios.
Además, puedes renovar fácilmente cuando lo necesites.
Experiencia y respaldo legal
Llevamos años gestionando seguros para autónomos en toda España, por lo que conocemos los riesgos, las exigencias legales y las mejores coberturas del mercado.
Trabajamos con aseguradoras líderes y fiables, con amplia trayectoria y si algún día necesitas presentar una reclamación, estaremos a tu lado. Te ayudamos a entender el proceso y defender tus derechos.
Solo tienes que contactar con nosotros. Puedes hacerlo desde esta página de Contacto o llamarnos al 902 50 03 84.
Te pediremos información básica sobre tu actividad y necesidades y te enviaremos varias propuestas, comparadas y explicadas con total transparencia.
Una vez elijas la mejor opción, emitiremos para que recibas la documentación oficial en tu correo al momento. Y a partir de ahí, solo te queda trabajar con tranquilidad.
Siempre surgen dudas antes de contratar un seguro. Aquí respondemos a las más comunes de forma clara y directa.
Las que prestan servicios con riesgo a terceros. Por ejemplo: abogados, arquitectos, sanitarios o instaladores eléctricos. Si tu actividad puede generar daños, lo más probable es que necesites este seguro por ley o por contrato.
No cubre daños intencionados, sanciones administrativas ni reclamaciones por actividades no declaradas. Tampoco incluye daños a tus propios bienes o equipo de trabajo.
Sí, en la mayoría de los casos. Si el seguro está vinculado a tu actividad económica, se puede incluir como gasto deducible en el IRPF.
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